sábado, 14 de mayo de 2011

El Circo del Sol

El Circo del Sol ha perpetrado un planteamiento dramático valiente y audaz más propio de un relato de Lovecraft que de la temática tradicional circense: un payaso sueña su propio entierro; mientras languidece en su ataúd, cuna de los finados, observa desde la vanidad más absoluta quién ha acudido a la más fúnebre de las representaciones y  quien envió a lustrosas plañideras para que  derramaran  lágrimas de sal. Todo un caldo de cultivo para  el análisis  del inconsciente colectivo. No obstante sobre el mundo del circo siempre ha planeado la sombra de lo trágico: ha estado tradicionalmente compuesto por parias, apátridas, y gentes arrabaleras. En sus inicios los payasos eran trapecistas que habían sufrido algún tipo de accidente.  El espectáculo aúna a los mejores acróbatas del mundo, muchos de ellos ex olímpicos; una estética y una puesta en escena trabajada hasta el más mínimo detalle. Posiblemente el mejor espectáculo circense que se puede ver en el mundo. Ustedes verán.

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